Aunque el contenido del anteproyecto todavía no es norma, demuestra interés del gobierno por legislar la libertad individual, contradiciendo los dogmas de todo partido liberal. ¿Cómo? Pues echando mano al sustrato cristiano-católico de la derecha española, ese movimiento que aglutina a la ultraderecha radical, nostálgicos del franquismo, a la iglesia reaccionaria, a los del capitalismo de casino, nacionalistas españolistas, machistas misóginos y demás calaña.
Gallardón ha puesto sobre la mesa argumentaciones rancias, mentirosas, que aparentan tener en cuenta a las mujeres cuando lo único que pretenden es controlar lo que hacen ellas con sus cuerpos. ¿Les suena totalitario?
El Ministro de Justicia es capaz de equiparar “malformación” con “minusvalía” utilizando una falacia obvia por similitud entre los términos, que en ningún caso son la misma cosa. Una persona con minusvalía es capaz de desarrollarse sin problemas, salvando las dificultades. Una persona malformada puede pasar toda su vida sufriendo terribles dolores. Gallardón habla de “fetos con minusvalías” para ampararse en un argumento demagógico en defensa de los Derechos de las personas con minusvalías. Inaudito.
No deja de resultar paradójico que las personas que acuden a las manifestaciones contrabortistas, que se persignan al salir de casa y votan ciegamente al Partido Popular, sean las mismas que se quedan sin ayudas a las familias (becas, salarios, paro, subida del importe de la luz, pensiones…) y sin ayudas a la dependencia (para el cuidado de minusválidos, por ejemplo).
El acto lamentable de criminalizar una situación que es decisión única y exclusiva de la mujer, es la prueba del poso cristiano-franquista que adolece la derecha en España: el viejo terror atávico del franquismo en relación a la liberación de la mujer y el feminismo. Necesitan una herramienta de sometimiento y dominación. Algo que les permita seguir acudiendo a la desigualdad.
Con el anteproyecto se fomentará la creación de un mercado clandestino, mujeres morirán recurriendo a soluciones precarias. Menores tendrán que buscar otro camino si no quieren dar explicaciones a sus padres. Caminos peligrosos que llevan a ese mercado negro.
Créalo, señor Gallardón: si este anteproyecto sale adelante, sus manos se mancharán de sangre.
Benito Díaz
@bchdiaz