Agentes de la Policía Nacional han detenido a una persona como presunta autora de un delito de simulación de delito.
El detenido, después de una noche de fiesta, perdió el control de su vehículo, teniendo un accidente, fruto del cual ocasionó severos daños a otros turismos estacionados en la calle, optando por dejar el suyo aparcado en dicho lugar, denunciándolo posteriormente como sustraído.
Después de diversas gestiones, los investigadores pudieron determinar la falsedad de la denuncia, procediendo a la detención del falso perjudicado por el delito reseñado.
El Cuerpo Nacional de Policía quiere recordar a los ciudadanos que todas las denuncias de robos, tirones y hurtos son investigados por policías especializados, a fin de llegar al esclarecimiento y averiguación de todas las circunstancias que rodean dichas infracciones penales.
Es necesario señalar, una vez más, que simular ser responsable o víctima de una infracción penal, o denunciar un hecho inexistente, es un delito tipificado en el art. 457 del C. Penal, castigado con penas de multa de seis a doce meses y que conlleva un retraso en la acción de la justicia y un serio menoscabo del correcto funcionamiento de los servicios policiales, con el consiguiente perjuicio para el ciudadano, dado que agentes que podrían estarse dedicando a la prevención de la delincuencia o a la investigación de otros hechos reales, se tienen que dedicar a realizar pesquisas sobre hechos inexistentes.
Las personas que incurren en estas simulaciones de delito son detenidas, pasan por calabozos y se procede a su ¨ reseña policial ¨ (toma de fotos y huellas dactilares). Tras prestar declaración son puestas en libertad con cargos y citadas para la celebración de un Juicio Rápido en los próximos días.
Lamentablemente, este tipo de denuncias, como falsos hurtos de carteras, robos con violencia o intimidación de teléfonos móviles, robos con fuerza en vehículos o locales, cada vez proliferan más, siendo el motivo más frecuente obtener una compensación por parte de los seguros (lo que también constituye un estafa) aunque en muchas ocasiones, los objetivos son tan irrisorios como ocultar a la pareja el extravío de algún objeto o un gasto injustificado