Al funeral del artista conquense han asistido números familiares y amigos del pintor, y en el que no han queirdo fallar el alcalde de Cuenca, Juan Ávila, junto a varios concejales del equipo de Gobierno; el vicepresidente de la Diputación de Cuenca, Julián Huete, el presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa, Jorge Sánchez Albende; el coleccionista de arte Antonio Pérez, entre otros muchos amigos del gran artista.
La portavoz y concejala de Cultura, Consuelo García, ha destacado la valía de Zapata, que obtuvo reconocimiento internacional y cuya obra se expone en Estados Unidos, Méjico o Japón. Zapata también dejo su huella en Cuenca, pues suyas son las puertas de El Salvador o la estatua de Alfonso VIII que adorna los jardines de la Diputación. Además, fue un hombre muy vinculado a la Semana Santa, de la que, entre otras cosas, fue cartelista en el año 2006.
García ha afirmado que Cuenca “tiene que sentir orgullo de los artistas que ha dado al mundo, rendirles homenaje y recordarles, y una forma de hacerlo puede ser dedicándoles una calle”.
Por su parte el Presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto manifesto el martes por la mañana ha mostrado el pesar, en su nombre y en el de la corporación, ante el fallecimiento del artista Miguel Zapata. Con él, ha señalado Prieto, “se pierde un excelente artista, testigo e hijo de la Cuenca que encontró en las Bellas Artes una de sus señas de identidad”, y uno de los “mejores embajadores que ha tenido nuestra provincia”.
Prieto ha querido destacar también la importancia de la obra “que nos ha legado y que podemos disfrutar en casa, con tantas y tantas obras que ha dejado repartidas a lo largo de la geografía provincial”. Prieto ha recordado que Zapata “siempre ha estado muy ligado a la institución provincial” y que en sus dependencias, además de la famosa estatua del Rey Alfonso VIII que hay en los jardines de la Diputación, se guardan algunas piezas de gran valor como son dos retratos del Rey Juan Carlos o el cuadro que en su día pintó a Marina Moya, como presidenta de la institución.
Tras la misa, sus ceniza han sido trasladadas al cementerio de San Isidro, ubicado en la hoz del Júcar, en la donde descansarán junto a otros artistas destacados de Cuenca como Fernando Zóbel, Antonio Saura, Federico Muelas, Bonifacio o Florencio Martínez Ruiz.