La nueva planta, ubicada en la ciudad de Cuenca, permitirá al grupo incrementar la capacidad productiva que Biocom tiene en la actualidad con su planta de producción de biodiésel, situada en Algemesí (Valencia), de 110.000 toneladas anuales. De esta forma el grupo espera incrementar su capacidad de producción, situándola en 160.000 toneladas anuales.
La planta de Cuenca cuenta con una capacidad de 50.000 toneladas anuales, está equipada con un proceso de refino de aceites incluyendo el proceso de winterización (que le permite trabajar con aceites de girasol), una unidad de transesterificación, así como purificación de glicerina que generará 5.000 toneladas anuales del glicerina técnica al 80%.
Biocombustibles de Cuenca S.A. cuenta con las autorizaciones administrativas correspondientes, así como una asignación de cantidades de biodiésel para consumo en España por su capacidad de 50.000 toneladas.
La planta de Cuenca viene a reforzar el liderazgo de Biocom como primer fabricante Español de biodiésel de segunda generación. Biocom se encuentra en un proceso de expansión que incluye la ampliación a corto plazo de su planta actual para poder ampliar su mercado.
A cerca de Biocom Energía S.L.
Biocom Energía S.L. es una empresa valenciana que en su breve trayectoria se ha convertido en el mayor fabricante español de biodiesel, a base de materias primas no alimentarias. El producto obtenido es Biodiésel, de la mayor calidad y certificado bajo los principales esquemas de sostenibilidad. La empresa emplea la tecnología más moderna para la producción de Biodiésel, cumpliendo con la normativa europea UNE 14214 que asegura la calidad del producto.
En siete años (2008-2014) la empresa ha conseguido triplicar su facturación pasando de 21 millones de euros en 2008 a 65 millones de euros en 2014. Su producto (Biodiésel y Glicerina) se dirige al mercado europeo básicamente y la Glicerina al mercado chino, teniendo como cliente principal a las grandes petroleras.
El Biodiésel de segunda generación es un combustible renovable que en su combustión reduce significativamente los gases de efecto invernadero, hasta un 90%.