El mejor modo de comprobar esta estrategia de acoso y derribo, ha explicado Barreda, es repasar las actas de los Plenos celebrados en las Cortes Regionales, unas actas en las que se pone de manifiesto que en todas las sesiones plenarias ha sido injuriado y faltado al respeto pese a tratarse del presidente de todos los castellano-manchegos.
De hecho, Barreda presagia que durante los próximos días, y como consecuencia de la última encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), en la que el dirigente socialista es el líder mejor valorado “me criticarán todavía más porque lo que no perdonan es que me sigan valorando mejor que a la señora De Cospedal pese a que haya ganado las elecciones y pese a la campaña bestial que están haciendo”.
Pese a todo, y respecto a las continuas críticas sobre las cuentas del Gobierno regional, Barreda ha resaltado que “mi obligación como presidente era utilizar el presupuesto regional para generar riqueza, crear infraestructura básica, organizar servicios públicos de Educación, Sanidad y prestaciones sociales a la altura de los que tenían en el resto de España y de Europa”.
Por ello, el ex presidente Barreda ha defendido que le preocupaba mucho más ese déficit histórico que “condenaba a los castellano-manchegos a tener menos camas hospitalarias, menos ambulatorios, menos especialidades y quirófanos, menos médicos y enfermeros, o a tener peor Educación, menos colegios, menos institutos o una universidad que ha tenido el desarrollo que ha tenido”.
Deuda perfectamente asimilable
Esta ha sido y es la visión política de gestión pública que ha defendido José María Barreda, no sin antes recordar que aun con todo este esfuerzo modernizador que ha experimentado Castilla-La Mancha, la deuda que acumulaba la región hasta el pasado 22 de mayo “era perfectamente asimilable”, ya que se situaba en el 6% (la media nacional era del 5,7% en esa fecha), una cifra muy ilustrativa al recordar que “ya quisieran todas las familias que tienen una hipoteca que su carga financiera fuera del 6% y no de hasta el 40% y más como tienen muchas familias”.
Por lo tanto, el secretario general del PSCM-PSOE ha rechazado las exageraciones y dramatizaciones del Partido Popular, que “está “tergiversando un dato que se puede usar de muy diversas maneras”. Es más, Barreda ha manifestado que “ahora, oyendo a algunos parecería que hemos generado el tsunami financiero y económico que ha arrasado al planeta. No, no lo hemos generado nosotros porque nuestra dimensión a nivel nacional es insignificante”, puesto que Castilla-La Mancha no lleva siquiera al 1% de la economía de España.
“Lo volvería a hacer”
En resumidas cuentas, Barreda ha apostillado que no le duelen prendas en reconocer que ha empleado el déficit público de la región para abordar la que ha denominado “gran injusticia histórica” que sufría Castilla-La Mancha. “Lo he hecho y lo volvería a hacer, porque me he dejado la piel por mis paisanos”, ha defendido el máximo responsable de los socialistas castellano-manchegos.
En este mismo sentido, Barreda también ha apuntado que la situación podría haber sido mejor si no hubieran caído drásticamente los impuestos en medio de una crisis global que nadie preveía. De lo contrario, no entiende cómo “en ningún momento los dirigentes del Partido Popular en la oposición en las Cortes o en los ayuntamientos en los que gobernaban dejaron de decir no hay que hacer tal o cual carretera, tal o cual autovía, no hay que hacer tal esfuerzo para ayudar a tal comarca, pueblo o ciudad, o no hay que hacer mi centro de salud, mi instalación deportiva, mi colegio o instituto porque lo necesitamos”.
Esta es la prueba más evidente de que “los mismos que decían que había que cuanto antes hiciéramos las variantes, las carreteras o autovías, la obra hidráulica, las depuradoras…, son los mismos que ahora dicen que gastábamos alegremente”, unas acusaciones que Barreda ha negado de plano al argumentar que “gastábamos para construir una región mejor y más moderna” en base a una estrategia muy clara y definida, como era convertir la posición estratégica Castilla-La Mancha en una ventaja económica.
Por último, y antes de recibir un cerrado y prolongado aplauso en reconocimiento a su labor y a la que desempeñará en su próxima etapa como diputado nacional, Barreda ha recordado que pese a gobernar con grandes dificultades durante los dos últimos años, “jamás dejamos de hacer frente a los pagos y cumplimos escrupulosamente con nuestras obligaciones”.
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