José María Barreda comenzó su intervención lamentado la ausencia de todos de los diputados del Grupo Parlamentario Popular después de que protagonizaran un escándalo y un desprecio hacia las Cortes de Castilla-La Mancha que simbolizan la soberanía de los ciudadanos y ciudadanas de la región, que es una institución democrática a la que se va a hablar, y los dirigentes del PP se dedicaron a sacar pancartas impidiendo la celebración normal del Pleno.
El de hoy ha sido el último pleno de la VII Legislatura, por lo que Barreda lamentó que los dirigentes del PP se hayan despedido de una manera tan poco edificante.
José María Barreda destacó que con una actitud “incalificable” todos los diputados del PP hayan estado con las pancartas enviados por la señora De Cospedal mientras ella se encontraba en la cafetería del edificio, consciente de que se trata de un comportamiento intolerable y de que se lo reprocharían en Madrid. “Se ha quedado fuera para no pasar el bochorno que ha hecho pasar a los demás”.
Retomando el debate, el jefe del Ejecutivo autonómico recordó que la Ley del Agua es la continuidad de lo planteado en el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, votado por unanimidad en las Cortes de Castilla-La Mancha, también por De Cospedal, que luego no contó con su defensa en el
Congreso en Madrid y sí con su voto en contra en Comisión, “diciendo una cosa aquí y otra allí”, apuntó.
Barreda recordó que el Gobierno que preside siempre mantendrá, dentro y fuera de Castilla-La Mancha, la defensa de los intereses de la tierra que “es tanto como decir la defensa de nuestra agua”, puntualizó.