El nuevo alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, se ha comprometido a ser un regidor "cercano, comprometido, coherente, trabajador y dialogante, con visión de futuro y responsable", así como a impulsar "políticas que den respuesta a los verdaderos problemas".
Una vez recibido el bastón de mando de manos de su antecesor, el socialista Juan Ávila, Mariscal ha confesado que ser alcalde de Cuenca "es el mayor honor y la mayor responsabilidad que pueda tener nunca en lo profesional y un gran reto del que me siento orgulloso", anunciando que su gestión estará marcada por "dar soluciones a lo que de verdad importa", a través de un "proyecto serio, riguroso y de futuro, para convertir a Cuenca en lugar de oportunidades".
Mariscal ha mostrado, asimismo, su "voluntad de crear un gobierno dialogante y comprometido en la defensa de los intereses generales de la ciudad" y ha destacado que un alcalde "debe conocer hasta los más pequeños problemas cotidianos de cada barrio y pedanía y hacer todo los posible para que esto no quede en el cajón del olvido" animando "a los conquenses a que participen en el Ayuntamiento de todos".
Y ello, en una legislatura en la que, la presencia de cuatro grupos en el Pleno, "lejos de ser una condena o un problema, es una suerte que obligará a basar mi gobierno en la confianza, el diálogo y la corresponsabilidad", ha dicho.
Mariscal ha tenido palabras de aliento para Enrique Hernández Valero, a quien los asistentes han dedicado un prolongado aplauso y el nuevo alcalde ha deseado que se "recupere totalmente lo antes posible".
Por su parte, el alcalde saliente, Juan Ávila, ha dedicado también sus primeras palabras a Enrique Hernández Valero y ha deseado suerte a Mariscal, "porque con su suerte, le irá también la suerte a esta ciudad".
De otro lado, ha reseñado que "siempre" ha estado "por el servicio incuestionable a esta ciudad, ahora también, que no le quepa ninguna duda a nadie", asegurando que no van a hacer "una oposición cainita", sino una oposición "siempre respetuosa con cada miembro de la corporación y pensando exclusivamente en el interés de Cuenca".
La concejal electa de Ciudadanos, María Jesús Amores, ha dicho que su objetivo es que el Ayuntamiento "se gestione de forma bien distinta a como se ha hecho en estos 30 años", gobernando "con eficiencia, transparencia y participación ciudadana", porque el objetivo de su formación "es ser los ojos y la voz de todos los ciudadanos de Cuenca".
Finalmente, Ana María Sánchez, candidata de Izquierda Unida y que ha actuado como presidenta de la mesa de constitución de la corporación, ha hecho hincapié en que la coalición "vuelve a tener representación tras cuatro años y con los mejores resultados de su historia" ante una "situación económica agónica y que es clara responsabilidad de las políticas llevadas a cabo por PP y PSOE".