Albaladejo del Cuende, Albendea, Alconchel de la Estrella, Almendros, Arguisuelas, Cañada del Hoyo, Cañada Juncosa, El Cañavate, Carrascosa de Haro, Castillejo de Iniesta, Castillo de Garcimuñoz, La Frontera, Fuentelespino de Haro, Garaballa, Salmeroncillos, La Hinojosa, El Hito, Huerta de la Obispalía, Leganiel, Monteagudo de las Salinas, Torralba, Paracuellos de la Vega, Pinarejo, Puebla de Almenara, Puebla del Salvador, Puente de Vadillos, Salmeroncillos, Tresjuncos, Valdemoro de la Sierra, La Ventosa, Villar de Domingo García, Villar de la Encina, Villarubio, Víllora, Zafrilla, Zarzuela.
35 escuelas unitarias de 35 pueblos de Cuenca se cerrarán en junio para no volver a recuperar la actividad docente con su bullicio infantil el próximo curso. Así lo ha comunicado Francisco Carrascosa, Coordinador del servicio periférico de educación en Cuenca a los representantes sindicales del profesorado y a los miembros del Observatorio Regional de escuela rural de Castilla la Mancha.
La noticia, no por esperada es menos grave, ya que viene a consumar los anuncios y rumores que soto voce circulaban estos días por los centros escolares. Se trata de una medida que viene firmar el acta de defunción de esos 35 pueblos pequeños de nuestra provincia, ya que, una vez que salgan los niños, detrás saldrán sus familias y los pueblos, poco a poco, quedarán vacíos y muertos.
Y es que la nefasta decisión de cerrar escuelas se acompaña de otras medidas que empeoran aún más las condiciones de escolarización del alumnado que pierde la escuela de su pueblo, ya que, en función de la rentabilidad económica, serán transportados en autobuses a otras localidades de su colegio rural agrupado o hasta la localidad donde haya instituto, siempre en las rutas de transporte de secundaria que han sido planificadas teniendo en cuenta los horarios de entrada y salida del Instituto. Así, los más pequeños, desde infantil, se verán obligados a salir de su casa a horas muy tempranas, pasar un mínimo de media hora en al autobús para ir y venir a casa y esperar otra media hora antes de entrar al colegio y media más al salir. Y todo esto nos dice el Consejero que es para mejorar la calidad educativa, para reducir el fracaso escolar…
Por otra parte, se conocen las nuevas ratios para el curso próximo. Ya se hicieron públicas las de los centros de una o más líneas, 30 en infantil y primaria, hasta 36 en ESO y hasta 40 en Bachillerato, lo que, sin duda hará mucho más difíciles los procesos de enseñanza y aprendizaje, disminuirá la atención que se pueda prestar al alumnado, impedirá tener en cuenta la diversidad en las debidas condiciones y hacinará a todos en aulas que no están dimensionadas para acoger esas cifras de alumnos.
Y hablando de ratios, se conocen también las ratios en la escuela rural y aquí viene la primera sorpresa: nos volvemos a encontrar con la figura de la escuela unitaria, pero esta vez con 14 alumnos. Si desempolvamos el argumentario desplegado por los responsables políticos del Partido Popular hace solo una semana, veremos que todo lo que era malo, malísimo, porque aumentaba el fracaso escolar en las escuelas unitarias con 10 alumnos, deja de serlo con 14.
Y por seguir con las ratios, de la aplicación de estas nuevas ratios se deriva una verdadera sangría de maestros y profesores de nuestra provincia, ya que desaparecen 80 unidades (grupos) de primaria, 20 de secundaria y 10 de Bachillerato. Unidades con sus respectivas cifras de profesorado interino que se quedará sin puesto de trabajo y profesorado con destino definitivo que será desplazado a cualquier punto de Castilla la Mancha donde tengan plaza.
Desde el PSOE denunciamos el ensañamiento con el que se producen estas decisiones, la falta de visión social a medio plazo y la intención, confesada a hurtadillas por el propio Coordinador provincial, de que esto solo es el principio porque lo que se pretende de verdad es cambiar el modelo escolar actual e ir a un modelo de concentraciones escolares comarcales, como el que ya fracasó en los años 70.
Los socialistas vamos a trabajar muy seriamente, ya lo estamos haciendo, por impedir este desmantelamiento absoluto de nuestros pueblos y de sus escuelas, por recuperar la cordura y con ella un modelo educativo que venía funcionando bien a pesar de que ni siquiera se le ha dado el tiempo para ser medido y evaluado en condiciones de normalidad.
Los socialistas queremos buscar la complicidad de los ciudadanos de Cuenca para que nos ayuden a frenar esta cadena de despropósitos, porque estamos convencidos de que nuestra provincia tiene un gran futuro que pasa por la inversión en educación, en formación y en innovación; y solo de su mano llegará el desarrollo que llevamos esperando desde hace demasiado tiempo y que será el único garante para el futuro de nuestros hijos.
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