Mariscal ha agradecido al director que “se esté dejando la piel por la música y por la Semana” y ha señalado como aspecto importante de la edición de este año que “la SMR se acerca a la gente” y que “con la Semana de Música Religiosa, Cuenca aporta calidad al patrimonio musical”. Por su parte Soler ha observado que “es un honor y un privilegio ser el director artístico de la SMR, uno de los festivales más importantes y antiguos del mundo” y ha finalizado dando la bienvenida “a la excelencia, al presente y al futuro”.
Previamente, a las 18 horas, en una terraza de la fachada del edificio una fanfarria compuesta por algunos miembros de la sección de viento de la orquesta de la Academia de la SMR ha procedido a interpretar fragmentos de obras altamente conocidas como el Coro de los peregrinos de Tannhaüser, de Richard Wagner, del Himno Olímpico, de John Willians y de la obra Música para Fuegos Artificiales, de Händel a modo de “llamada musical” a la ciudad.
Este acto de presentación ha concluido con uno de los momentos más emotivos y esperanzadores para el futuro de la SMR, protagonizado por la Orquesta Coro y Solistas de la misma, que han demostrado un presente de gran calidad, al que se puede augurar un esperanzador futuro, interpretando fragmentos de Bach, Händel y Vivaldi, finalizando con el famoso Aleluya, de El Mesías.
Inmediatamente después del acto de presentación, los asistentes han podido ingresar en la sala principal del Auditorio, donde han disfrutado del estreno en España de la ópera de cámara Il Giardino della Vita, del compositor José María Sánchez-Verdú, cuyo estreno absoluto tuvo lugar en la ciudad suiza de Lugano el pasado febrero. Ambiciosa composición que ha sido acogida con grandes aplausos por el público asistente. Se trata de una obra cuyo libreto está basado en recuerdos, vivencias, sensaciones y, fundamentalmente, la sensación de la presencia de una muerte próxima del arquitecto catalán Antoni Gaudí. Se ha contado con la intervención del maestro Arturo Tamayo, como director musical, Alberto Jona, como director de escena, solistas, un recitador, actores, la orquesta Ensemble 900 Presente de Lugano y la Escolanía Ciudad de Cuenca. El propio Sánchez-Verdú, ha reconocido la influencia de la naturaleza en “mi proceso creativo” a la par que ha señalado las “múltiples lecturas que se pueden hacer de mi creación”.